Los filtros de densidad neutra o filtros ND (Neutral Density) son filtros que disminuyen la cantidad de luz que llega al sensor de nuestra cámara. Al ser filtros neutros reducen la intensidad de luz sin afectar a la intensidad cromática o al contraste.

Al controlar la cantidad de luz que llega al sensor podemos utilizar diafragmas muy abiertos o tiempos de exposición muy largos sin que nuestras fotos aparezcan quemadas.

Los filtros de densidad neutra se suelen utilizar para largas exposiciones y conseguir así el efecto seda en un río, una cascada o difuminar las olas del mar o las nubes.

Los filtros de densidad neutra variables son un complemento indispensable para grabar vídeo con una cámara DSLR, ya que para conseguir con un aspecto cinematográfico debemos cumplir la regla de 180º y mantener la velocidad de obturación fija.

Al tener la obturación fija sólo podemos controlar la cantidad de luz con la apertura, por lo que en algunas ocasiones necesitaremos un filtro de densidad neutra para limitar la entrada de luz y obtener así una toma bien expuesta.

Los filtros variables, a diferencia de los fijos, están formados por dos cristales polarizados que, al girar uno sobre el otro, nos permiten restar pasos de luz. Pero al acercarse a su máxima densidad pueden aparecer viñetas en forma de una cruz oscura. Esta cruz oscura tiene relación con la distancia focal y la densidad máxima. Es mayor con grandes angulares. Por tanto, si el uso que se le va a dar al filtro de densidad neutra es mayoritariamente fotografía recomendamos un filtro de densidad neutra fijo, como nuestro ND1000.

Sin embargo, en vídeo es muy difícil que necesitemos utilizar todo el rango por lo que los filtros variables son los ideales ya que no tenemos más que girar el anillo para exponer correctamente sin variar la velocidad de obturación.

Por supuesto, podrás usar un filtro variable también para fotografía, pero queremos informarte de cómo funcionan y de que su rango operativo depende en gran medida de la distancia focal utilizada.